Ley de Sala Cuna: ¿Universal o Excluyente?
- Constanza Romero P.
- 2 may 2024
- 2 Min. de lectura

El pasado 3 de abril de 2024, la Ley de Sala Cuna fue aprobada con 24 votos a favor, 16 en contra y 2 abstenciones, presentada por el gobierno de Sebastián Piñera en enero de 2022. Esta legislación, diseñada para eliminar la discriminación contra las mujeres y ampliar el acceso al derecho de sala cuna, ha generado debates significativos debido a su alcance limitado y sus posibles repercusiones.
Aunque la intención de la ley es loable al buscar aumentar la participación laboral de las mujeres, su implementación deja mucho que desear. El enfoque principal recae en las madres "cotizantes", dejando de lado el papel fundamental del Estado en apoyar a todas las familias cuidadoras. Lamentablemente, esta ley deja a muchas mujeres excluidas: estudiantes, trabajadoras independientes o aquellas que no cumplen con un mínimo de 15 horas de trabajo semanal.
Un aspecto crítico que resalta es la falta de garantías en cuanto a la calidad de la educación y el cuidado que recibirán los niños y niñas en las salas cuna. La ley menciona la creación de una red o registro de cuidadores, pero ¿quiénes serán estos cuidadores? ¿Qué cualificaciones tendrán? ¿Cómo se asegurará que los niños reciban una educación parvularia de calidad? Estas preguntas fundamentales quedan sin respuesta, lo que representa un retroceso en los avances hacia la educación de calidad que tanto se ha luchado por alcanzar.
Es preocupante que la palabra "educación" ni siquiera sea mencionada en la ley. Esto refleja un enfoque centrado en la asistencia más que en lo pedagógico, olvidando el papel crucial de las educadoras de párvulos en el desarrollo integral de los niños y niñas. La falta de atención a la educación inicial deja a la infancia desprotegida y sin las herramientas necesarias para un desarrollo adecuado.
Otro punto alarmante es la falta de abordaje de las desigualdades entre los jardines municipales y particulares. Esta disparidad económica perpetúa las brechas educativas, emocionales y económicas en nuestro país, contrarrestando los avances logrados en educación parvularia. Como señala el premio Nobel de Economía James Heckman "la inversión en los primeros años de vida de los niños y niñas tiene un impacto social significativo", y esta ley no garantiza un acceso equitativo a una educación de calidad.
Es evidente que se necesita un cambio en las políticas educativas para asegurar un acceso universal, gratuito y de calidad a la educación inicial. Esta ley representa un retroceso en décadas de avances y perpetúa la invisibilización de la infancia. Es momento de reflexionar sobre el tipo de educación que queremos para nuestras futuras generaciones y trabajar hacia un sistema que empodere a los niños y niñas para que alcancen su máximo potencial y contribuyan positivamente a la sociedad.
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